12.31.2009

"The broken coda."

Nosotros no debemos derramar lágrimas.
Son la derrota del espíritu contra el cuerpo,
puesto que no existe mayor prueba
de que somos seres,
a quienes les sobra.

12.29.2009

"Las mil grullas de papel."




Tus cartas sólo me traen personajes ilegibles,
quiero conocerte, oírlos de tus labios.


No puedo acostumbrarme al papel, sólo al eco de un suspiro.
Lograré salvarme únicamente si conozco el color del cielo.
A veces quiero olvidarme de respirar,
pero incluso la fuerza de desear parece marchitarse.

"La mañana estoy evitando" si lo cantas, espinas acompañan mi sueño.
Mi cuerpo está atado por la restricción.
Incluso la mente merece el descanso,
La fiebre que alcanzó mis mejillas es nostálgica y suave.
Cuando busco en las sombras de la borrosa brecha, veo los cálidos colores de un sueño.

Mis ojos reflejan tu imagen.
Incluso cuando llegue el día en que te pierda de vista.
Has sido grabado en mis ojos,
Nunca más estaré contigo,
en los días que el sol brille a través de los árboles.
El papel borroso se estremece,
siento como olvido también las palabras.

¿Hacía dónde se dirigen mis lágrimas?
Estás pronunciando mi nombre.
Me abrazas firmemente, aunque me derrumbe.
Tengo miedo de perderlo todo.

¿Dónde cantas tu canción para mí?
Aunque la escucho con dificultad. Están los latidos de un inquieto corazón.
Incluso la mente parece dormir. La fiebre no me deja recordar.
Cuando busco las sombras de la borrosa brecha, veo los fríos colores de la realidad.
Me acurruco entre las miles de alas,
por que tus deseos no me dejarán sólo.
sin devolverme tu sonrisa,
cuento los recuerdos y aún al final aparece mi suspiro,
escucho tu voz.
En el amanecer, todo se volverá nada.
"Lo único que no podemos, es ser uno"

Takanori Matsumoto. "Chizuru" (Mil Grullas)


"Turn back the pendulum." -2ªParte-






Cuantas risas acumuladas en un mismo cuarto, cuantas carcajadas.
Cuantos enfados en menos de una semana, cuantas reconciliaciones.
Cuantas noches en vela. Cuantas paranoias.
Cuantos desafíos, ¡Cuantas veces fallidos!
Cuantas veces me has mandado a la mierda, que de veces salí con todas mis piezas.
Cuantos gritos hemos soltado, cuantas veces nos hemos emocionado.
Cuantas vueltas y vueltas hemos dado. Y cuantas veces has querido parar a sentarte.

Cuantas tardes viendo anime sin parar ni para comer. Sólo para ir al baño.
Cuantas noches en la playa, hablando de nuestras penas.
Cuantas horas en mi cuarto, contando lo que haríamos o dejaríamos de hacer.
Cuantos abrazos te he dado y cuantos me has rechazado.
Cuantos sueños nos hemos contado, cuantos secretos desvelados.
Cuantas veces he llorado, cuantas veces has llorado.
Cuantas veces nos ha insultado Nnoi, cuantas veces le has quitado su cama.

Cuantos días "LaLaLa" hemos tenido, tantas tardes en el puerto.
Cuantas veces me arriesgué, cuantas te arriesgaste.
Cuantas promesas nos hicimos, cuantas se han cumplido o quedan por cumplir.
Cuantas veces hemos cogido el bus, cuantas horas en Málaga.
Cuantas veces hemos llegado tarde a casa, tantas como veces llamó mi madre a tu móvil.
Cuantas veces te he defendido, cuantas veces me defendiste.
Cuantos botes de maquillaje marrón hemos gastado, cuantas nos disfrazamos.

Cuantas horas dibujando cada noche, cuantas veces te quejabas de que no te salía.
Cuantos sellos hicimos, cuantos "Kagebunshin"
Cuantas veces fuimos tú y yo a cenar al chino, cuantas historias nos hemos inventado.
Cuantas veces hemos puesto verde al Sr.Mugre, y cuantas a Barbilla Man.
Cuantas batallas hemos librado, cuantos samuráis cayeron.
Cuantas canciones hemos cantado, a coro y como gallos.
Cuantas caras asesinas hemos puesto, cuantas anacondas de la muerte nos han atacado.
Son tantas las veces que te he dicho que te quiero. Y las que me quedan por decir. Que creo que nunca igualarás.

Cuantas horas me quedan por pasar a tu lado. Que feliz y que desdichada me siento al pensar en el pasado.



"Turn back the pendulum"

12.25.2009

"Ahora tengo algo que adorar."

Había una vez, un espejo, y en el espejo, había una niña;

La niña caminaba por las calles,envuelta en un precioso vestido rojo, descalza.
Ella parecía dulce como la miel y frágil como una muñeca, o un viejo pedazo de cristal.

La niña daba vueltas y vueltas, buscando a alguien,
cansada de buscar, se sentó en una esquina de la calle. Por esa esquina fueron pasando personas... Ella las miraba con tristeza. Aquellas personas, le devolvían la mirada, alegres.
Estas se agachaban a acariciarla como si de un perro se tratara,
- "Yo siempre estaré contigo"
Esas palabras resonaban en el corazón de aquella niña. Por momentos renacían sus ganas de vivir.

Pero... Al cabo de un rato, aquellas personas que iban de paso, se levantaban y comenzaban a patearla.
La niña no paraba de llorar, cubriéndose de los golpes con sus propios brazos.
- "¿Por qué me haces esto? ¿Por qué todo el mundo me hace lo mismo?" -Decía ella entre llantos-
-"No eras lo que yo pensaba"
Y seguían pegándole y pegándole.

La niña ya sin fuerzas, dejó de cubrírse y cayó al suelo, vencida ya por las palabras de las personas que iban pasando día tras día delante de ella.
La imagen se desvaneció.

-"Tengo mucho frío"

Al cabo de los meses, en el espejo apareció de nuevo la imagen de aquella niña.
Estaba llena de cardenales, cicatrices, cortes... Y manchada de sangre. Su vestido rojo estaba resquebrajado y su pelo enredado.
Ella seguía en aquella esquina de la calle, sentada. Miraba a la gente con miedo, a la vez que con desprecio. Pero cada vez que se acercaban no podía evitar sonreír. Ni ella misma sabía por qué.

Un día. Pasó por la calle un niño cubierto con una capa. Su expresión era fría, muy seria. Él se paró delante de la niña y bajó la mirada.
La miro fijamente, ella estaba cabizbaja.
Derrepente, levantó su cabeza poco a poco. No se la veía apenas. Tenía los cabellos tapándole los ojos, pero sintió la presencia del chico:
-"¿Qué quieres...? ¿T-Tú tambien vienes a pegarme?" -Dijo ella con tristeza y la voz temblorosa-
-"¿Como podría hacer tal cosa?" -Le contestó el niño-

La niña se quedó en silencio y volvió a agachar la cabeza. El niño se agachó un poco para acariciarla, la niña lo vió, pegó un brinco e intentó hecharse un poco hacia atrás... Ella parecía tener un miedo espantoso, ella temblaba. Él apartó su mano con cuidado y se sentó a su lado.
-"¿Qué te pasa?... ¿Por qué estás aquí?"
-"No tengo dónde ir, ni nada que hacer. No estoy haciendo nada"
- ". . ."

El niño se levanta de golpe, feliz y le dice:
-"¿Por qué no vienes conmigo?"
-"N-no creo que sea buena idea... Me harás daño, ¡Seguro que me harás daño!"
-"Ya lo dije, no podría hacer tal cosa. Venga ¡Vamos!" -Dijo el niño mientras le tiraba de la mano para que se levantara-

La pequeña, se levantó poco a poco, con terror en su mirada. Aún no convencida del todo.
Acompañó al niño a duras penas.
Él se paró en seco delante de ella, y le apartó los cabellos de la cara.
-"¡Así verás mucho mejor!"

A la niña le cegó la luz del sol. Poco a poco, fue abriendo los ojos.

Llegaron a la casa del niño. El niño, se quitó la capa, él llevaba una vestimenta principesca.
La niña lo siguió, aún con miedo. A lo que el niño se giró, cogió sus manos y le dijo:
-"Déjame cuidar de ti, por favor"
-"N-no... No me fío de ti... Lo siento"
-"Te lo suplico... Déjame hacerlo, te cuidaré como oro en paño. Te lo prometo, te necesito"

La niña no contestó. Pero se quedó con él.
La niña se sentó en una de las sillas de la casa... El niño, cogió un cepillo, se colocó detrás de ella y empezó a peinarla. Con mucho cuidado.
-"Tienes un pelo muy bonito ¿Sabes?"
La niña, lo miró y sonrió:
-"¡Muchas gracias!"

El niño no podía salir de su asombro. Sentía como la felicidad inundaba su corazón.
Pasaron los días, y cada vez estaban más juntos. La niña, cada vez perdía más su desconfianza.

Un día, ellos estaban sentados en el jardín... La niña lo miró y le dijo:
-"Oye..."
-"¿Uhm? Dime"
-"... ¿Dejarías...? ¿Dejarías que yo cuidase de tí?

El niño sonrió:
-"No hace falta que me lo digas dos veces, mi princesa"

El niño se tumbó en su regazo, y la niña comenzó a acariciar su pelo.
-"Yo siempre estaré junto a tí"

Más tarde la niña se encontraba en el interior de la casa... Ella miró por la ventana. Y vió al niño.
Lo iluminaban los rayos del sol, hacían que el se viera deslumbrante. Ella se llevó la mano al pecho y dijo:
-"Por fín, por fín. Ahora tengo algo que adorar..."


Carnadhiel Elentári (Estelle).
Para alguien que me importaba de verdad. Por darme una pequeña esperanza de nuevo. Y Gracias por volver a quitármela.
15.07.10